Las alpacas son camélidos nativos de los Andes. Viven a una altitud de 2500 a 4500 metros sobre el nivel del mar en las duras llanuras altas, soportando condiciones climáticas extremas que pueden variar de + 30 ° C a - 20 ° C en un solo día.

Han sido domesticados por los incas por más de 5,000 años; Por esta razón, desde la antigüedad, han sido muy apreciados por los antiguos peruanos como criaturas sagradas. El uso de las más finas fibras de alpaca fue de uso único para la realeza Inca, conocida como "fibra de los dioses". Así, desde la antigüedad, la alpaca le ha brindado al Perú un legado histórico, cultural y económico. En la actualidad, el Perú alberga aproximadamente 4 millones de alpacas, siendo un recurso de ingresos para alrededor de 165,000 familias altoandinas que viven del trabajo de cuidar la alpaca, utilizar su fibra y confeccionar prendas tejidas a mano.

Por otro lado, es importante comprender este recurso dentro de la cadena de suministro y el proceso de la fibra de alpaca. Hoy, el Perú, a pesar de albergar 83% del total de estos animales en el mundo y proporcionar 80% de la producción mundial de fibra, no es reconocido como un lugar de origen ante el mundo. Esta realidad radica en la sobreextensión dentro de la cadena de valor de una prenda de alpaca generando sobrecostos para los agentes y tránsitos del material, hilados y prendas que forman parte del proceso actual. Dar más espacio a la exportación de materia prima e hilo genera la pérdida de brindar un producto final en la industria de la moda que va desde la obtención del material, hilado, desarrollo, producción y venta de una prenda de alpaca.

Es en este punto que Nina P'itay busca cerrar las brechas que genera la ampliación de la producción de prendas de alpaca, concentrando todas las fases de desarrollo a nivel local. Así, el Perú y todos los agentes involucrados pueden sentirse reconocidos por su trabajo y orgullosos de poder revalorizar parte de nuestro patrimonio cultural de fibra de Alpaca ante el mundo.